jueves, 27 de noviembre de 2008

Explicaciones


Doña Paola está bien, no se ha roto la cadera, una pierna sí, no la cadera. Una vez, en la consulta del médico, una señora llegó porque se había hecho daño en las vértebras. Otra señora se puso a su lado a charlar animadamente, hasta que la primera le comentó su dolencia y la segunda no paró de repetir: "menos mal que no te has roto la cadera, porque te tienen que operar y encima te quedas coja!" una y otra vez.

Pues eso, no la operan y no se queda coja, pero la dejan en observación. Hubo una pequeña pelea porque sus dos hermanas se querían quedar con ella a pasar la noche, yo les dije que me quedaba yo y los 3 se pusieron a regañarme, doña María y doña Aurora le echaron a Alex una mirada asesina, momento que aprovecharon para coger aire y volver a regañarme. Pero al final conseguí convencerlas de que tenían que apañar la casa de doña Paola para cuando volviese y fin de la discusión. Si las conoceré yo...

A la hora apareció Alex por el hospital, a traerme comida.

- Me han obligado.

- Pues ya la has traído, ya estoy bien, ya te puedes ir.

- Dónde viste a Chiara?

Por el amor de Dios, quién le pone un nombre así a su hija?

- En una fiesta, se acercó a mí y empezó a decirme que estariais juntos siempre.

- Esa tía está como una regadera.

- O tu me estás mintiendo y tu novia es tonta y sigue aguantando los cuernos que tiene.

- No-es-mi-novia.-los dientes le rechinaban.

- Y entonces porqué te persigue?

- Porque está loca, por eso.

Entonces me contó la historia: eran novios desde el instituto y un día, se encontró a la muy puerca con otro en la cama, él la dejó y se quedó echo polvo y ella, no contenta con ponerle los cuernos con todo el que se pusiera por delante, se ha dedicado a hacerle la vida imposible desde entonces.

- Tienes que pararle los pies, Alex, si Anna no me hubiese quitado la copa de la mano, le hubiese abierto la cabeza.

- Para qué, si nadie me cree? es más fácil fiarse de una chica desvalida que de un tipo guapo italiano, que somos todos unos cabrones, verdad?

Touché.

- Pero no te lo expliqué, es normal que te enfadases, lo siento.

- No pasa nada.- no es agradable contar que te parecías al padre de Bambi.

- Y ahora, cómete el bocadillo o me sacarán la piel a tiras.

Era un bocadillo enorme. Me lo comí enterito, con Alex enfrenté de mí, con cara de no poder más con su alma.

- Anda, vete a casa, que estás muerto.

- Sigues enfadada?

- No, lárgate.

Sala de espera


No se sabe como, conseguí mantener la calma hasta que doña Aurora y doña María consiguieron ir a ver a doña Paola. Hice que comiesen algo, que desde que se tomaron el café bien temprano no habían comido nada y les di conversación todo el rato, porque se emperraron en que les contase cómo había ido la noche.

Tuve la delicadeza de no contarles lo de la amantísima novia de Alex, más porque no pensasen que me había enfadado por la desconfianza de hace algunos días que porque me importase que aquel cretino se enfadase o se ofendiese o lo que demonios haga el tipo de gente que tiene un tipo de novia así y no tiene narices para dejarla.

En cuanto nos quedamos solos, le dije a Alex que se fuera, que ya cogeríamos un taxi. Le agradecí con mi mejor sonrisa que se hubiese quedado tanto tiempo y le dije que si tenía que hacer otra cosa, que se podía ir.

- No te puedo dejar sola.

- Eso podríamos discutirlo. Además, ¿sólo has venido para congraciarte conmigo? Pues te puedes ir yendo por donde has venido, porque sino te vas a quedar aquí, pero porque te voy a partir las piernas.

- Estoy aquí por doña Paola, no eres la única que le tiene cariño, vale? pero no puedes quedarte sola aquí, te estás cayendo de sueño.

- Eso es asunto mío, ¿o qué pasa, que las mujeres no podemos hacer nada por nosotras mismas y por eso tenemos que tener un tipo así detrás? pues, para que te enteres, no necesito ningún tío detrás mío para que me haga compañía ni me haga de chófer. Así que ya te puedes ir largando.

- No me pienso ir.

- Pues que bien me parece.- me levanté de la silla de plástico donde estaba.

- No te vayas porque esté yo.

- Me voy porque: uno, se me va a quedar el culo plano; dos, no me apetece verte el jeto y tres, voy a por una revista o algo.

Volví al rato, con una revista bajo el brazo. Seguro que no la iba a leer, pero me hace ilusión que me regalen muestras de perfume y chuminadas. Alex seguía en el asiento donde le había dejado, con aspecto pensativo y cara de sueño.

- Vete si tienes cosas que hacer, en serio.- traté de dulcificar mi expresión y mis gestos, todo por doña Paola y porque, si volvían doña María y doña Aurora, no nos vieran a los dos con cara de vinagre.

- No me pienso ir hasta que os vayais vosotras.

- Nos las podemos arreglar solitas.- se estaba poniendo pesadito con el rollo de caballero protector, pero luego bien que te trajinas a la primera que pasa!- pero puedes hacer lo que te dé la gana, éste es un país libre.

Suspiró, estiró las piernas, se levantó y se fue. Encima, se hace el ofendido.

Al cabo de un par de minutos volvió con un par de vasos de plástico.

- Te he traído algo para que entres en calor.- porqué me dio por pensar en guarradas en ese momento?

- No me apetece, gracias.

- No es café, es chocolate.

- No quiero.

- No me vas a perdonar nunca?

Le miré con cara de loca.

- Me has pedido perdón acaso? me has dado alguna explicación aparte de poner caritas? me has llamado?

Creo que no se le había ocurrido que pudiese hacer algo por disminuir mi cabreo salvo esperar a que pasase. Se le notó en la cara de perplejidad que puso.

- Perdona, te tenía que haber dado una explicación o haberte llamado.

- No pasa nada, ahorra saliva para tu novia.

- No tengo novia.

- Pues la tenías.

- La tuve hasta hace un año.

- Qué?- grité mucho y la gente se nos quedó mirando.- y la cerda que ha estado poniéndome verde estos días quién era, Cruella de Vil?

- Es mi exnovia, se dedica a hacerme la vida imposible, pensaba que no se iba a enterar de lo nuestro.

- Esta es la mentira más absurda que me han echado nunca- cogí el vaso de plástico que tenía el chocolate de máquina, estaba buenísimo.

- No es mentira, la dejé y no lo ha asimilado aún.

- Y no soy la primera a quien le monta el numerito.

- No.

- Y porqué no me diste una explicación y, en nombre de todos los dioses, porqué no le has parado los pies?

- Pensé que se cansaría de su tontería.

- Pues no me dio esa impresión anoche.

Me miró estupefacto.

- Dónde? Cómo?

Pero justo entonces llegaron doña Aurora y doña María.

miércoles, 26 de noviembre de 2008

Resaca


No me dio tiempo a saborear el fiestón de ayer, ni a tomarme una aspirina o cuatro para el dolor de cabeza. Me metí en la ducha y empezaron a llamar al timbre y a aporrerar la puerta, salí a medio peinar y medio vestir, con el pelo con espuma y casi me maté al derrapar por el pasillo con los pies mojados.

Era doña Aurora, estaba verde.

- Nuria, doña Paola se ha caído y no podemos moverla.- temblaba como un pajarillo.

- Pase dentro, siéntese, deme 2 minutos.

Como si fuese un robot, me aclaré el pelo, me puse unos vaqueros, un jersey de cuello vuelto, las deportivas y cogí a doña Aurora del brazo para levantarla, parecía una estatua. Miré sus manos, no me había dado cuenta de lo arrugadas que eran, aunque los dedos eran finos y estaban perfectamente cuidadas. No había reparado en la fragilidad de sus huesos.

Le dí un beso y salí disparada, con el móvil en la mano sin saber a quien llamar.

Afortunadamente, doña María sí sabía a quien llamar y un coche frenó en seco delante mía. Alex se bajó con la misma cara de susto que tenía yo.

Mierda, mierda, mierda.

Sabeis esas veces en las que, cuando todo es una mierda, empieza a pasar lo que tiene que pasar? pues en ese momento llegó la ambulancia, sacaron a doña Paola hecha un trapo y se la llevaron al hospital.

Doña María y doña Aurora nos miraban a Alex y a mí, cogidas de la mano, con la cara angustiada, frágiles, vulnerables, como nunca las había visto. Me daban ganas de hacerme un ovillo y llorar en un rincón, nunca pensé que las pasara nada... y si me hubiese quedado a dormir en casa de alguién?

Pero no me podía echar a llorar en un rincón, alguien tenía que ser fuerte. Me dirigí hacia las 2 hermanas, que seguían temblando, las puse las bufandas bien, les arreglé los abrigos, y Alex y yo las subimos al coche; no nos miramos mucho, pero era un consuelo saber que había alguien a mi lado que tenía 2 dedos de frente.

Me pasé todo el camino dada la vuelta, pendiente de que estuvieran bien, de que se quitasen los abrigos para no coger frío al salir. Alex condujo en silencio a mi lado, no me gustó cómo me miraba, no necesitaba a nadie que me dijese lo buena que soy. Doña Paola se había tirado un buen rato muriéndose de dolor y nadie estaba con ella para ayudarla.

martes, 25 de noviembre de 2008

Petándolo


No beberé mojito nunca más, no beberé mojito nunca más... estoy hecha polvo.

Si, la fiesta era de verdad.

Sí, podíamos pasar las 5 sin pagar.

Además, había champán gratis, canapés y mucha gente guapa. Y nos regalaron un montón de cosas al pasar: muestras de perfume, una revista de moda, un colgantito...

Es raro que las chicas italianas salgan de noche, es rarísimo, o eso nos parece a nosotros. Para ellos, que una chica salga de noche significa que sea una guarra, aunque haberlas haylas por la noche. Aunque ninguna montaba el escándalo que montábamos nosotras, desde luego, todas de tiros largos (menos mal que no era una fiesta informal...), aunque al final conseguí no dejarme convencer y fui fiel a mis principios: nada de amarillo, rosa o naranja; nada de tul, flores ni cristalitos, que menudo canteo si mis amigas no tienen vestidos antiguos de gala. Yo pamién tuve que ceder y no llevar nada corto ni negro, pero bueno, hay cosas peores.

El caso es que, pese a que al principio estábamos cagadísimas porque aquella fiesta iba en serio y había mucha gente guapa por todos lados y no teníamos ni idea de lo que había que hacer una vez llegados a este punto, llegamos a la conclusión de que lo mejor era conquistar franceses y agraviar a francesas o a italianos o lo que fuese. Eramos las nuevas del lugar, no nos conocía nadie y no teníamos nada que perder, así que a beber champán, a bailar como locas y a reírnos de todo y de todos, sobre todo de nosotras mismas.

Y a la media hora teníamos un coro de moscones delante nuestro. También tuvimos alrededor otro clásico de las discotecas: el grupo de chicas envidiosas que te miran mal y no paran de hacer como que se caen sobre tus pies. Y ahí nos tienes, a 5 locas cada una de su padre y de su madre (una griega, dos españolas, una alemana y una portuguesa), monas pero sin ser una cosa espectacular; contra 4 tías ultrapijas, ultraestupendas, 10 centímetros más altas que nosotras y 5 kilos más delgadas.

El rollo de "a ver quién la tiene más grande" siguió un rato, aunque nosotras intetamos reírnos de todo y pasar, que tampoco era plan y decidimos irnos a otro punto de la sala. Y fue cuando Anna se puso a darme codazos y pellizcos.

- Joder!

- No te des la vuelta.- me dijo Anna al oído.

- Qué pasa?

- La novia de Alex viene hacia aquí.- me quitó la copa de la mano.

Por supuesto, me tuve que dar la vuelta. No puedes correr con tacones y esconderme no es mi estilo.

- Tú eres la zorra que se ha tirado a mi novio.

Me crucé de brazos, que cayese el chaparrón lo más rápido posible.

- No va a volver a hacerlo, estamos muy bien y siempre estaremos juntos. Hay que perdonar los errores, aunque seas tan fea.

Esta tía me está tocando la moral. No porque me insulte, es que es tonta del culo.

- Vas a seguir, o me voy?

- Sólo quería decirte que yo tengo novio y tú te tienes que contentar con las sobras, que me das asco y que siempre nos querremos, él puede hacer lo que quiera, que siempre será mío.

- Pues vale, bonita.

Ni siquiera me había dado opción a tirarle una copa, ofenderme o algo. No quiero justificar a Alex por estar con una cabeza hueca así, pero yo también me preferiría a mí.

- Oye, Nuria, si quieres le pegamos y hacemos del mundo un lugar mejor.

- Anna, el mundo sería mejor con otro copazo.

Glamour


Parece que todo vuelve a la normalidad en la facultad y la gente vuelve a hablarme y a ser agradable. Aunque es un poco embarazoso que la gente cuente sus infidelidades así tan alegremente, después nos hemos reído muchísimo con las burradas que puede llegar a decirse la gente en la cama.

Aunque he dejado las minifaldas (que me hielo), tengo un pequeño club de fans, que Anna administra como si fuera mi secretaria personal(ella me presenta sólo a los chicos que quiere). Me niego a tener ninguna cita, no tengo ganas, pero admitimos sin pensarlo a los que se toman las negativas con elegancia. Me gusta estar de colegue con chicos también, aunque son más duros, se les nota que necesitan amigas chicas.

Pero la verdadera locura del día ha sido cuando se me ha caído la invitación a la fiesta. Las niñas se han vuelto locas, porque puedo llevar a 5 acompañantes más y todas quieren ir a la fiesta, todas quieren ir de compras y todas quieren maquillarnos. Anna está que no cabe dentro de sí por tener en la palma de la mano a este grupo de mojigatas (aún no las ha perdonado del todo). Yo no queria ir a la fiesta y seguro que es supercutre, pero a ver quién les dice que no a estas...

Y a ver quien le dice que no a doña Paola, que se ha negado a dejarme maquillarme y ha empezado a sacar vestidos de los armarios para dejarme... Yo me he negado, porque están impecables y deben costar una pasta, algunos son de alta costura, incluso y ella erre que erre.

- Mira, yo ya no los uso y un vestido está para lucirlo y seguro que te quedan muy bien!

- Pero seguro que lo rompo o me lo queman, doña Paola; además, no me van a entrar!

- No seas tonta, niña, la mujer mediterránea siempre ha sido una mujer con curvas. Además, ahora teneis sujetadores estupendos!

- Que no, doña Paola

- Venga, Nuria, pruébatelos.- doña Aurora esa mujer que le gusta decir la última palabra.

Estoy agotada después de toda la tarde probándome vestidos mientras tres ancianas adorables comen tarta y me ponen pegas y se meten unas con otras por lo gordas que se han puesto. Y a ver quien se niega a quedarse alguno de estos (maravillosos) vestidos.

Y ahora voy con un vestido carísimo y me da miedo hasta respirar. Un vestido y guantes y taconazos. Quiero volver a mis pantalones de vestir y mis corbatas! El señor del taxi nos mira mal a todas, porque somos unas folloneras. Las chicas italianas no salen, pero el resto...

Tabaco, alcohol y bollitos


Solo fumo cuando estoy triste o igual si hay una fiesta me echo un cigarro. Pensaba esconderme el tabaco para que Doña Paola no lo viese o alguna de sus hermanas, pero no ha hecho falta, porque fuman como carreteros las 3! Y se hablan! no sé si se hablan para no darme el disgusto o porque son muy razonables, el caso es que todo vuelve a ser como antes.

Ha sido una tarde extraña. Los proveedores se han mostrado de lo más amables, igual porque eran todos hombres y llevaba la falda muy corta. Incluso me han regalado un par de muestras de perfume y me han dado una invitación para una fiesta. Será una fiesta falsa o algo así o una de esas para pobres en las que los camareros te miran mal si pides una tercera copa, que suele ser de garrafón. Pero puse muy buena cara y sonreí mucho y ellos sonrieron mucho más. Normalmente son un poco antipáticos, igual debería traer pastitas o algo así, eso le gusta a al gente.

Y ahora hay 2 botellas de vermouth en la mesa. Me han mirado raro cuando he mezclado el blanco con limón. Yo las miro mucho más raro porque estas tres ancianas tienen un saque para el alcohol que ya quisieran muchos universitarios.

- Venga, Nuria, no sabías que nos echábamos coñac en el café de después de comer?

El mundo se ha vuelto loco.

Se nota que quieren animarme, que sienten el vacío que me hicieron o que quieren engordarme para Navidad, una de 2, el caso es que el bizcocho está buenísimo y eso que no me gusta el bizcocho. Después de hablar de generalidades, las 3 se pusieron serias de repente.

- No tienes porqué culparte por lo que pasó con ese chico.- dijo doña María.

- No se preocupen, la próxima vez intentaré ir más despacio y preguntar antes.

- En cierto modo, te impulsamos nosotras a que salieses con él, sois 2 chicos jóvenes y sois muy guapos y queríamos que salieses con alguien de tu edad en vez de estar todo el día trabajando, estudiando y cuidando de unas viejas.

- Pero si no cuido de ustedes!

- Si lo haces, todo el tiempo y tienes que tener tu vida y salir con otros chicos y hacer las paces con tus amigas... si son los suficientemente listas como para saber que eres una niña estupenda.

- Pero no lo saben- dijo doña Paola, ausente.

Sus 2 hermanas se volvieron hacia ella.

- Pues se sentirán muy tontas sino se disculpan con ella.- sentenció doña Aurora. - Y ahora, hay que acabarse el bizcocho, que sino, se pone duro.



Y qué desayuno yo mañana?

lunes, 24 de noviembre de 2008

Gothic-lolita


Vale, el cabronazo tenía novia y yo no lo sabía, y parece que todo el mundo en la universidad conozca a la chica y que ella sea de Unicef, o que ella SEA Unicef, porque a mí me mira todo el mundo con asco. Menos Anna, pero Anna está por encima del bien y del mal porque es una valquiria... eso le digo yo siempre y ella me dice que yo me cargué un continente entero (yo le digo que sólo medio)y nos meamos de la risa con nuestros chistes acerca de barbaridades históricas de nuestros países.

Así que ahora, encima de zorrones, somos nazis.

Sí, porque Anna, el lunes después de la fiesta, viendo la cara de la gente cuando me senté con ellos a comer, nos contó que ella tenía novio en Alemania, que se querían mucho y que llevaban un par de años ya. La bomba vino después: ella se podía tirar a quien quisiera en Italia y él haría lo mismo en Alemania, sin problemas, sin preguntas, sin explicaciones.

Anna dijo que, de acostarse con alguien, se lo contaría a su novio, y que él se lo contaría a ella también y que si se enamoraban de otra persona, sería el fin, pero que estas cosas pasaban, que ni el matrimonio era para toda la vida ni los novios tampoco. Ella no entiende que Italia y España sean países católicos en los que se supone que nos tomamos esas cosas tan en serio.

- Claro y en Italia y en España la gente no se es infiel, verdad? ni los matrimonios tienen problemas y en realidad no hacen falta médicos porque nadie se pone malo. Venga ya.

Pero las miradas de la gente seguían diciendo "sois unas zorras". Y entonces todo fue a peor, porque todos sabemos de algunos erasmus que el primer día ya se habían pasado por el Arco del Triunfo a sus parejas y habían alardeado de ello y ahora parecía que aquello era la asamblea del pueblo y que nos iban a poner una letra escarlata. Normalmente me hubiese puesto a despotricar como Anna, o más, pero no me apetece, porque yo quería tener una vida en la que hiciese amigos en clase con facilidad y ahora resulta que, cuando lo consigo y soy como los demás, soy una cerda.

Anna no se rinde y llevamos toda la semana llevando los modelitos más cortos y escotados que tenemos. De hecho, nos fuimos a comprar ropa el miércoles, que yo no soy de minifaldas y me traje una de casualidad. Por fin me di el capricho de comprarme un corpiño negro y 2 minifaldas, que no sé cómo me caben con la cantidad de lasañas que llevo en el cuerpo estos meses. Creo que lo de las medias de rejilla fue excesivo, pero un día es un día.

Y de repente, volvemos a tener amigos. Antes, había 2 bandos: los punkis y los que no somos tan guays como los punkis. De vez en cuando la gente se mezclaba, pero normalmente la cosa quedaba como el agua y el aceite. Ahora estamos el grupo de los zorrones y el grupo de la gente que se tapa. Es todo una locura.

Mierda, mierda, mierda, hoy tengo que ir a ver a un proveedor para el trabajo y no puedo irme a casa ni tengo tiempo de ir a comprarme otra cosa y voy como una gothic lolita.