miércoles, 22 de octubre de 2008

Zaragocia (0)

Interior del hostel: secador de pelo en el baño!

Interior del hostel: palacio inquisitorial reformado




Mercado central de Zaragocia, como los de antes

Julio César, pero no la estatua buena de bronce, que la roban

Frikis sonrientes

Rana con ganas de escupir

La torre está inclinada!

La plaza del Pilar, con flores, pero sin gente.

La fuente por donde los niños intentan escalar

Zaragocia (1)

Propaganda hasta aquí, no tienen vergüenza
La Pilarica con sus flores
La catedral
2 señores goyescos tomando una copichuela


Una señora goyesca y su abanico, toda mona

Esta señora posando, cómo sabían las jodías


2 goyescas más posando

martes, 21 de octubre de 2008

Zaragocia (2)

Detalle arabesco de la catedral (no pudimos pasar por una misa rara)




La alfajería: le pusieron foso porque se cargaron al Justicia de Aragón y todo fue mal


La Torre del Trovador, Verdi se inspiró en ella, pero la Inquisición la usó pamién de prisión, todo muy romántico


Los árabes se hacían unos palacios molones molones





Y llegaban los bárbaros cristianos y usaban las habitaciones para rezar como cocina

viernes, 17 de octubre de 2008

Consuelo


Doña Paola me encontró en el sofá; aunque yo había limpiado todo, todavía llorando de rabia, ví cómo venía equipada para hacer una limpieza a fondo. El olor del limpiacristales acabó por despertarme.

- Buenos días cariño.- me miraba con ternura, pero estaba triste.

- Soy una tonta...- casi me echo a llorar otra vez.

- No, cariño, no tenías porqué saberlo.- se hizo un hueco en el sofá y puso mi cabeza en su regazo.

- Porqué no me dijeron nada?

- Me enteré ayer, y ya era tarde.

- Doña María y doña Aurora ya lo sabían.- eso explicaba muchas cosas. Pero no entendía porqué no me lo habían contado.

- No supieron a quien creer, Alex es como el nieto de todas, en cierto modo.

- Pero no me dieron un voto de confianza.- era absurdo enfadarse con ellas, desde luego, unas pobres ancianitas solas. El cabreo debía ser sólo para otra persona...

- Y lo sienten muchísimo, cariño.

- ¿Por eso están enfadadas con usted? - las piezas encajaban ahora más fácilmente.

- Eran otros tiempos, cariño; todas nos asustamos al temer perder lo que queremos y nos enfadamos si alguien a quien queremos hace daño a los demás.- su mirada estaba perdida, su mente ahora había retrocedido muchos años, antes de que yo naciera.

- Lo siento mucho por esa pobre chica.

- Porque eres una chica maravillosa.

- No, no lo soy, le hago daño a la gente.

- Quizá la novia de Alex también le engaña, te sorprendería la cantidad de relaciones que se sostienen así. Quizá no estén pasando por un buen momento y tú hayas sido el refugio de Alex. Quizá ella lo sepa y no le ponga remedio... Las relaciones son muy complicadas, pero una cosa es cierta. Alex no está siendo justo, ni con su novia, ni consigo mismo.

- No, doña Paola, soy lo más bajo que puede haber, no paro de hacerle daño a la gente.

- Por eso huíste de España?

- Sí.- quise arrancar y contarle todo lo que había pasado hace unos meses... pero no me dejó. Se deshizo de mí suavemente y cogió una escoba. Para cuando terminamos de limpiar y de preparar comida para toda la semana, me dolía hasta la raíz del pelo.

Doña Paola es de lo mejor que hay en el mundo, pero quizá ella tampoco se haya perdonado a sí misma, probablemente quiere que me perdone, que siga adelante. Los tiempos han cambiado, pero hay cosas que son tan universales... dicen que la moral cambia, pero para ciertas cosas seguimos con lo mismo de siempre

Disaster


Todo se volvió algo borroso. Una chica gritó como yo hubiera gritado si hubiese visto un chico así de guapo, pero, mientras me levantaba y cruzaba el saloncito hasta donde estaba Alex, pude ver la mala cara que se le había puesto a la gente. El no pareció darse cuenta, aunque su sonrisa ya no estaba en sus ojos. Todo el mundo tenía cosas que hacer de repente. Anna se quedó a limpiar, en cuanto llegamos a la cocina, me cogió por el brazo y siseó:

- Tiene novia.- Otra me hubiera echado la bronca o hubiese huído, como el resto de la gente. Anna se limitaba a dar la información, un voto de confianza no estaba mal en esta situación.

- No lo sabía.- me temblaban las manos.

- Ya lo sé, sino, no hubieses ido alardeando... no eres de esas.

- Ya recojo yo, vale? vete a casa, o alcanza a esta gente y pásatelo bien.

- No me va a gustar lo que van a decir, así que me iré a casa, no te preocupes.- Me dió un abrazo y salió disparada.

Seguí recogiendo en silencio, intentando no llorar. El muy desgraciado tenía novia! Y yo me lo había tirado! Salí al salón gritando como una energúmena.

- No sabía que había una fiesta.- su mandíbula estaba tensa.

- ¿Es la primera vez?- cada vez subía más el tono.

- No te entiendo.

- Que si es la primera vez que le engañas a tu novia- mi tono bajó hasta un silbido.

- No es asunto suyo.- su rostro era la viva expresión de la inocencia, cuando bajó sus espesas pestañas en señal de arrepentimiento.

- NO me pongas caritas.

- No es la primera vez.

- Largo.

- Deja que te ayude a recoger.

- Largo!!!

Cerró la puerta de un portazo, yo me derrumbé sobre el sofá, llorando como una tonta.

jueves, 16 de octubre de 2008

Dancing Queen


Me da vergüenza cuando hay mucha gente a mi alrededor, siempre pienso que, cuando hago alguna observación o digo alguna ocurrencia, me van a mirar y se van a reír... de lo tonta que soy. Me conformo con pasar desapercibida y ya está. Pero, cómo hacerlo cuando eres la anfitriona?

Y aquí estoy yo, con la casa abarrotada de gente, gente, que, milagrosamente se lo está pasando muy bien; como yo. No es por tirarme flores, pero creo que he preparado una fiesta supermolona: platos con pan tostado y diferentes cosas para untar: queso, paté; canapés con embutido, salmón, anchoas y surimi... la música parece gustarle a todo el mundo y la gente a la que he invitado está socializando y se les ve de lo más relajado.

Preparar entre 4 una fiesta es bastante fácil(doña María y doña Aurora siguen mirándome mal al pasar, aunque las paré para decir que había una fiesta en mi casa y que, si hacíamos mucho ruído, nos lo hicieran saber, que procuraríamos tener cuidado. Asintieron rápidamente y se fueron murmurando). Casi me da un ataque cuando Elisabetta trajo un par de manteles maravillosos, me dió un cachete cariñoso en la mejilla y me mandó a mi cuarto a arreglarme.

Hay un montón de chicas, justo lo que ellas querían y no paramos de cotorrear y reírnos por chorradas, muchas son Erasmus, como yo, pero también los hay oriundos del país. Cada uno hay ha traído algo de comer y beber (y afortunadamente no ha sido una botella de licor de flores de algún chino). Y, lo más sorprendete de todo: nadie a roto nada.

Paso de un grupo a otro hablando sin parar. Al principio, todo el mundo estaba cortado, pero, después de mis maravillosas presentaciones a lo Bridget Jones ("Hola! esta es Anna, es alemana, canta en un grupo y estudia historia, como yo")la gente perdió todos sus recelos.

Anna es una tía muy guay, al principio desconfié, por sus pintas de alternativa-pija, ya tuve una mala experiencia con eso en mi piso... pero en realidad es la tía más encantadora y educada del mundo. Mientras me sirve mi cuarto martini, pregunta a traición.

- ¿No va a venir el macizo?

- No, me apetecía pasar un rato con vosotros fuera de la facultad.

- Todas pensábamos que nos lo ibas a presentar, por eso hemos venido.- la muy guarra se descojonaba de mi cara.

Había sido un error decir que había conocido a alguien, y también que estaba MUY bueno, pero me sentí tan desconcertada después de nuestra primera cita que no pude contenerme y empecé a despotricar contra el mundo.

Y entonces... se acabó una canción y apareció él, con unos vaqueros y una camisa negra.

miércoles, 15 de octubre de 2008

La trampa


El ambiente con doña María y doña Aurora está mucho más hostil de lo que pensaba. Me han hecho un pequeño gesto con la cabeza y se han metido a casa a todo correr. Doña Paola está de compras y no he querido acompañarla. Le recuerdo demasiado a su problema con sus hermanas y he decidido dejarla sola unas horas. Además, así me libro de que quiera comprarme toda la tienda. Que me sabe mal con la pensión que debe tener.

Así que me he refugiado en casa de Elisabetta, Elisabetta es la mayor de todas mis vecinas, debe rondar los ochentailargos, es delgada como un junco, pero muy vital. Sus rizos blancos parecen los de las estatuas. Ha encendido su gramola (porque es ella, sino, se la robaría) y sus discos antiguos. Ha visto mi cara de consternación esta mañana y cuando he vuelto de la universidad y de arreglar unas cosas del trabajo (sigo sin estar en nómina de Armani), me ha dado la merienda.

Me ha sorprendido la firmeza de su mano al asir mi muñeca, cuando me he puesto cabezona y no he querido merendar, pero mi resistencia ha sido en vano. Ahora ella está en su mecedora, bordando una mantelería (tiene cientos guardadas en un arcón)mientras canturrea para sí. Pero me observa, mi abuela hacía lo mismo.

- Nuria, cariño, dime una cosa.

- Lo que quiera Elisabetta.

- Lo que quierasss Elisabetta.

- Perdón.

- No pasa nada, querida, pero me gusta más esta época que cuando todo el mundo se trataba de usted. Nuria, tú tienes amigas?

La miré sin saber qué decir.

- Unas cuantas.

- En España?

- Sí.

- Amigas de verdad?

- Por supuesto.

Tengo mucha más facilidad para hablar con chicos que con chicas, pero a la larga los lazos que establezco con ellas son más profundos.

- Y aquí en Italia?

- Todas mis compañeras en el comedor son chicas.

- Pero no salís de compras, ni os llamais ni nada. Es muy raro que no hayas montado una fiesta siendo como eres.

- No lo he hecho por no molestarlas.

- Creo que deberías hacer una fiesta y traer a tus amigas... y a tus amigos. Será divertido poder prepararla.

Había sido una conversación de lo más inocente, pero no pude evitar oír el chasquido de una trampa al cerrarse.

Bed and Breakfast


En otro momento, hubiera puesto muy mala cara ante mi situación actual: viviendo alejada de mi familia y de mis amigos, conviviendo con 5 abuelitas y teniendo una relación estrictamente física con un chico del que no sé nada, salvo que arregla motos, estudia una carrera que detesto y que... bueno, eso, arregla motos.

Me siento mal, porque no llamo a mi familia tanto como debería ni escribo mails a mis amigos ni nada de nada. Y lo peor es que no reacciono ni encuentro motivo alguno por el cual hacerlo.

Además, ha pasado una semana y no encuentro solución al problema de mis hermanas favoritas, que no se hablan. Y no ayuda el desconocer la razón de su distanciamiento. Para mis cosas soy un desastre, pero me frustra infinito no poder ayudar a la gente que me importa y eso es una mierda.

Por otro lado, está el tema de Alex, me da rabia cuando le veo y se le ilumina la cara. Porque se le ve que no tiene muchos amigos y necesita contarle cosas a alguien y a mí me da bastante igual, la verdad, en un año me habré ido y él seguirá por su camino y yo por el mío. A ver, no es que me de igual en el sentido de que si le pasa algo malo siga como siempre, pero no siento nada más allá de ese subidón de adrenalina de ver a un macizo cerca.

Pero es que huele taaan bien... y está tan prieto... Ahora está dormido como un tronco (en MI cama)mientras le toco el pelo distraídamente. Podría tener la consideración de despeinarse o de que se le marcase la almohada cuando se levanta. Pero nada, cuanto más se le alborota el pelo y más duerme, más mono es...

Ala lo que he dicho, que está en mi cama.

Como he dicho al principio, esto ANTES no pasaba. No es que sea una monja, pero no soy de las que se va a la cama con un tío, al menos no a las primeras de cambioi y sólo porque pueda ser modelo de Calvin Klein (de fotografía, no llega al 1.90, pero a mí me vale). No soy tan calculadora ni tan fría...

Pero la nueva Nuria es así: sin preocuparse de complacer a su compañero de cama, sin preocuparse por si me ve desnuda y piensa que tengo demasiada cadera y poco pecho; sin salir corriendo a prepararle el desayuno y llevárselo a la cama.

Lo peor es que me lo estoy pasando en grande. Pero no me quiero cansar de esto, sé cuando me canso y entonces, me voy a otro sitio y santas pascuas. Y no es justo para nadie. O si, porque Alex igual piensa que soy una guarra y que sólo he venido a lo que he venido.

Pero todos sabemos que alguien se acaba pillando del otro.

jueves, 2 de octubre de 2008

Potos


Me han vuelto a invadir, pero esta vez, no puedo echar a los intrusos de ninguna manera. Primero, porque los metí en mi casa y segundo, porque son un regalo.

No seais amables con las señoras mayores, por muy adorables que parezcan y por muchas lasañas que os traigan, no las dejeis entrar en vuestras casas, y, muy importante, no las hagais recados ni las ayudeis a cargar bultos.

Esta mañana salía para hacer un encargo del trabajo y he visto todo cargadas a doña María y doña Aurora y he salido en su rescate, iban las 2 con varias macetas que tenían pinta de pesar lo que no está escrito. Pero es que no eran para ellas, eran para mí! Las he regañado por molestarse, por cargar con tanto peso y por no asumir que soy incapaz de cuidar de nadie, ni siquiera de mí misma.

Pero estas despiadadas mujeres no tienen piedad y yo no tengo corazón para rechazar sus regalos y aquí estoy, intentando tener una charla con mis potos (todo para mi son potos), que dicen que les va bien para crecer y pamién oír música, sacaré el cd de Dvorak y la Sinfonía del Nuevo Mundo, a ver qué pasa.

De todos modos, hoy no todo han sido derrotas en mi haber. Hoy he conseguido penetrar las defensas de amables sonrisas y las excusas de las historias del pasado y he descubierto que doña María y doña Aurora son hermanas de doña Paola, pero que no se llevan. No me han contado porqué no se llevan, porque ya saber que son hermanas le ha costado a doña Aurora un codazo en las costillas; pero me da a mí que eso de los hombres casados tiene algo que ver.

Y eso me pone triste, porque, ahora que lo sé, todo me encaja un poquito más. Se complementarían tan bien las 3, se harían tanta compañía... y no sé si hacer algo o si dejarlo estar y llevarme bien con las 3 por separado. Pero doña Paola parece tan triste y las veo muy frágiles, a pesar de que se desenvuelven mejor que yo.

Aunque, si no soy capaz de sacarme las castañas del fuego, cómo haré para solucionar esto?