miércoles, 6 de agosto de 2008

El abismo de Helm

Odio a los perroflautas, los odio con toda mi alma!
Semana de mierda que he tenido: mi nueva compañera de piso se instaló aquí, acordamos que nada de fumar en la casa, que nada de traer gente y que nada de montar follón.
El primer día la pillé haciéndose un porro en el salón, la eché fuera, la pegué la peta y durante dos días la cosa estuvo más o menos normal, me miraba mal, pero es mi piso y son mis reglas.
Después, la casa se empezó a llenar de mierda, y mierda que ni era mía ni era suya y una noche me encuentro a un tío por la casa, vale, un ligue, bronca otra vez.

Y el último día, ah, el último día...! Me había tocado ir a trabajar y una señora no había sido especialmente agradable conmigo, la moto se había negado a funcionar a la vuelta y llegué echa polvo, porque, por si alguien no lo recuerda, Roma es la jodida ciudad de las 7 colinas. Muerte, muerte. Y llego y todas mis viejecitas alborotadas y ruidos raros desde mi casa.

Mira, yo soy tan partidaria de una fiesta como cualquiera y a mí lo de los bongos me mola, pero los conciertos improvisados de pseudo canción protesta ska, pues no y menos cuando ya he dicho que en mi casa NO, porque no es mi casa, me la han dejado y me estoy ahorrando una pasta en el Erasmus y por culpa de una payasa que seguramente se pasó el verano follándose a tíos que tocaban la flauta en el metro, llevaban pantalones con los que se les notaban las venas de la polla y tenían 40 clases de parásitos en la cresta; y por eso no consiguió un piso para hacer el Erasmus que papá y mamá le han pagado, yo no me pringo.

Entré como una furia en la casa dando voces como si estuviesemos en las trincheras en la II Guerra Mundial, (pero no en el bando de los nazis, por mucho que esto sea Italia), requisé el alcohol y eché a todo el mundo mientras gritaba y tiraba todas las cosas de mi ex compañera de piso por la ventana. Hubiera sido más dramático si no viviese en una casita baja, pero creo que las tiré bastante lejos y usé suficientes palabrotas. Afortunadamente, le había pedido el pago del mes por adelantado y pagó ella las cosas de la limpieza.

Al día siguiente me la encontré en la facultad (la muy puta montó la fiesta en miércoles) y tuvo la desfachatez de pedirme el dinero de las 3 semanas que no iba a ocupar el piso, pero como me vio hiperventilando, huyó de allí. Creo que me van a llenar la casa de pintadas y, lo que es peor, que se equivocarán y le pintarán la casa a alguna de mis vecinas.

Ahora la gente me rehúye por los pasillos de la universidad.

3 comentarios:

tita hellen dijo...

Pliiiiiiiiis pon etiquetas para saber donde empieza!

la reina del hielo dijo...

ya vooooy, pero es tan fácil como seguir el camino de la comida italiana...

tita hellen dijo...

XDDD Ya estas agregada (por fin me he acordado)a punto en boca!