martes, 30 de septiembre de 2008
Sinceridad
Qué fácil es decir que vas a hacer una cosa y qué complicado es hacerla, sobre todo si se trata de mí y de hombres.
Pero, esta vez, la suerte me sonrió. Recibí una llamada al tercer día de haber pasado la tarde con Alex, quería volver a verme y no me negué.
Esta vez no quedamos en mi casa, no quería tener que lidiar con las esperanzas de unas viejecitas adorables, con las de Alex y con las mías propias de dejar de ser un alma atormentada y empezar a tener sexo salvaje con atractivos desconocidos, o sexo salvaje y citas románticas con atractivos desconocidos. Algo, lo que fuera, con tal de no seguir dándole vueltas a cosas que no son.
Llegué al lugar de la cita y allí estaba mi modelo de Calvin Klein (no lo es, pero debería), esperándome con un ramo de flores. Contuve mi yo malvado y no le puse una cruz de romántico empalagoso, vamos a darnos una oportunidad, voy a darme una oportunidad.
- Me gustas más con vaqueros.
- ¿Qué?
- No... el otro día estabas muy guapa, demasiado guapa... quiero decir... que es más tu estilo, te veo más cómoda, más suelta.
- Ah- cómo qué "ah", que coño significa "ah", yo no me callo ni debajo del agua! debería parlotear sin parar y abrumarle con mi conversación y mi ingenio y aquí estoy yo, con mis "ah".- Bueno, ¿y qué has hecho estos 2 días?
- Nada en especial.
Normal que no me conteste, parezco su novia.
- No pretendo controlarte ni nada de eso, es que el otro día no te pregunte qué estudias ni en qué trabajas ni nada de nada.
- Te arreglé la moto.
- Ya.
- Y no te parezco un mecánico de motos?
- Pareces un modelo de Calvin Klein.
Se quedó parado de golpe, ay pobre.
- Estudio empresariales, el mes que viene empiezo las prácticas en un banco.
Algo dentro de mí grito NOOOOOOOOOOOOOOOOOOO! muy alto y muy fuerte.
- ¿Te encuentras bien?
- Es que mi ex estudiaba lo mismo...
- Y somos unos pijos insoportables.
Le miré, impotente, la sinceridad tiene sus desventajas, desde luego.
- Algo así.
- Bueno, al menos soy un pijo insoportable modelo de Calvin Klein.
- ... modelo de Calvin Klein untado de grasa de motor.
Me dio un empujón y se lo devolví. Y no recuerdo de la tarde, salvo porque me dolía la tripa al llegar a casa de reírme y el destello de unos ojos verdes.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
ñam, ñam!
Podemos repetir? Ha sabido a poco!
Publicar un comentario